Pintando la lluvia

Hoy en clase hemos dejado que la imaginación cayera del cielo. Primero, creamos nuestras propias nubes, suaves y esponjosas...
















Después llegó lo más divertido: pintar la lluvia.


Nos convertirnos en lluvia. Extendimos dos largos caminos de papel continuo en el suelo y, sobre ellos, colocamos un gran plástico transparente. Los peques se tumbaron sobre ese plástico y, mientras los deslizábamos suavemente, iban pintando hacia abajo con pintura azul, creando así sus propias gotas.

De una manera completamente lúdica y motivadora, trabajamos los trazos verticales, esenciales para el desarrollo de la grafomotricidad en estas edades, invitando a cada niñ@ a experimentar con su cuerpo. 
Una experiencia sensorial y divertida que ha gustado mucho a los peques.


 






Una actividad sencilla, sensorial y muy
motivadora... llena de posibilidades para seguir aprendiendo con el cuerpo, el arte y la imaginación.


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